domingo, 9 de mayo de 2010

Kyudo, uno con la flecha

“El kyudo comprende la técnica y el espíritu. El kyudo no puede existir sin la técnica, pero no puede existir con la técnica únicamente. La técnica y el espíritu deben de estar unidos como las hebras trenzadas de una misma cuerda”.

Murakami Hanshi, maestro del arco.

Kyūdō (弓道:きゅうどう, Kyūdō), que literalmente significa "camino del arco" incluso algunos lo traducen como "camino de la flecha" a pesar de no ser este su sentido literal. Se trata del arte japonés de la arquería. Un arte marcial japonés (gendai budō) el cual no debe confundirse con el Yabusame, que es el tiro con arco a caballo, ni con el Kyu jutsu, que es únicamente la técnica del tiro.

El Kyudo responde a una razón más existencial, a un sentido más profundo, ser uno con la flecha y que la flecha sea uno contigo. El arquero más devoto alcanza un estado de armonía tal entre mente, cuerpo, espíritu y acción que ni tan siquiera apunta al blanco, cierra las ojos y se hace uno con él, visualizando el objetivo en su alma y alcanzando la diana con su voluntad. El arquero es sereno, el arquero es simple, el arquero es todo, el arquero es nada. La esencia más pura del Zen personificada en una consecución de actos que coexisten entre ellos para ser tan naturales como respirar.

En su forma más pura, el kyudo es practicado como un arte y busca el desarrollo moral y espiritual del individuo. Muchos arqueros lo ven como deporte, pero la meta que los más devotos practicantes esperan alcanzar es "seisha seichu" o "tiro correcto aquivale a un golpe correcto". En el kyūdō, lo deseado es la acción única de expansión ("nobiai") que resulta en un tiro liberado naturalmente. Cuando el espíritu y el balance del tiro son correctos, el resultado es que la flecha llega al blanco. Abandonarse a sí mismo completamente en el tiro es el objetivo espiritual. A este respecto, muchos practicantes creen que la competitividad, la examinación y cualquier oportunidad que coloque al arquero en esta situación es importante; por el contrario, hay otros que evitan las competencias y examinaciones de cualquier clase.

Lo importante en kyudo no es el resultado del proyectil alcanzando el centro sino la esencia de la acción del lanzamiento en sí, cuando tu eres la flecha el tiro es perfecto.

Lamentablemente es difícil para la mente occidental comprender los preceptos de esta disciplina, donde el dar o no en el blanco es una cuestión relativamente secundaría, ya que es un medio de formación mental propio de Oriente. No es un deporte sino un culto, en el cual la realización no se halla en el exterior sino en el interior de uno mismo, compenetrándose el arquero con su arco.

El propósito final es purificar la mente y el corazón de uno mismo para despertar la dignidad natural del ser humano, más allá de los obstáculos de la ambición, la agresión o la confusión.

Un poco de historia

Siglos atrás en Japón, el tiro con arco era considerada la disciplina más elevada del guerrero samurai y formaba parte fundamental de las habilidades que todo honorable guerrero debía conocer, entre ellas:

- El camino del sable.

- El trazo del pincel (caligrafia).

- El haiku (poesia tradicional japonesa).

- La etiqueta (basada en el hagakure).

- El arte de la guerra (estrategia tanto militar como general).

- El camino del arco (Kyudo).

- La meditación Zen.

- Entre otras...

En la época en que los Tokugawa unificaron el país bajo el dominio de su dictadura centralizada y militar, el Kyujutsu había evolucionado hacia una disciplina de coordinación mental y espiritual que se conocía y practicaba lejos del campo de batalla bajo la austera guía de profesores que actuaban más como consejeros espirituales que como maestros de armas.

En el Japón feudal los campos de tiro con arco de interior y al aire libre (matoba, iba, yaba) para practicar sobre un blanco (kaka-uchi) se encontraban en las casas centrales de los principales clanes militares. El equipo del tiro con arco, es decir, el arco y las flechas (kyusen) y el tradicional haz de paja en un barril que se usaba como un blanco (makiwara), se podían ver normalmente en la mayoría de las mansiones militares, así como los soportes cilíndricos (yadate) que sostenían las flechas preparadas para practicar el tiro. En las casas de los bushi de alto rango también se presentaban de forma destacada las cajas para las flechas (ya-bako) y los soportes para los arcos (chado-kake).

Cuando el arco perdió su sentido como arma de guerra, y bajo la influencia del budismo, el shintoismo, el taoismo y el confucionismo, el tiro con arco japonés evolucionó pasando a ser una poderosa y muy refinada práctica contemplativa.

El interés por el Kyudo se despertó en Occidente a finales del siglo XIX, a la vez que el gusto por los temas orientales en general. El libro "El Zen en el arte del tiro con arco" del filósofo alemán Eugene Herrigel contribuyó a su desarrollo por Europa y Estados Unidos.

En Japón en 1953 se formó la Federación Nacional de Kyudo para promocionar la comprensión de este arte en el contexto moderno. Se considera que sus valores altruistas y estéticos tienen sentido para enriquecer la vida de los pueblos mientras se reconoce que haciendo énfasis en su aspecto deportivo se puede popularizar.

El Kyudo es parte de la actividad escolar y se practica en institutos y universidades. Por otra parte, gracias a los viajes regulares que los maestros del arte del tiro hacen a Europa, a través de su enseñanza se mantiene su verdadera práctica.

La Asociación Española de Kyudo se creó en 1992 y cuenta con alrededor de cuarenta socios en todo el Estado. Existen dojos (escuelas) estables en Zaragoza, Barcelona, Valencia, Madrid, Toledo y Oyarzun. Hasta ahora, han organizado más de cincuenta cursos y han realizado dos Encuentros Mediterráneos de Kyudo (en 1992 y en 1995). Actualmente forma parte de la Federación Europea de Kyudo (EKF) y se encuentra reconocida por la ANKF (Federación Japonesa de Kyudo).


La indumentaria y el material


El arco japonés (Yumi) es muy diferente del arco chino o mongol, ya que es mucho más largo (2,20 m. aprox) y tiene una curvatura asimétrica, lo que obliga a tensar la cuerda a la altura del tercio inferior del mismo. La única ventaja de esta particularidad es que permite utilizar flechas (Ya) de gran logitud, tensando la cuerda (con el agarre "mongol", es decir, en el hueco del pulgar) hasta detrás de la oreja del tirador, de lo que se deduce que la precisión del tiro es muy relativa, si bien las leyendas guerreras hablan de sensacionales hazañas; pero en realidad, el tiro útil de un arco como éste no podía sobrepasar a los 100m, al menos en tiro recto.


Los "Yumi" son tradicionalmente hechos de bambú, madera y piel, usando técnicas que no han cambiado en siglos, aunque algunos arqueros (particularmente aquellos novatos en el arte) pueden llegar a usar "yumi" sintéticos (madera laminada y forrada con fibra de carbón o vidrio). Incluso avanzados kyūdōka llegan a usar "yumi" y "ya" que no están hechos de bambú debido a la fragilidad del bambú en climas extremos.

Las "Ya" (flechas) eran tradicionalmente hechas de bambú, emplumadas ya fuese con plumas de águila o halcón. Muchas siguen siendo hechas con bambú hoy en día (aunque hay excepciones) y las plumas son en la actualidad obtenidas de especies que no están en peligro de extinción, como pavos o cisnes. Cada "ya" tiene un género (a las masculinas se les llama "haya"; a las femeninas "otoya"); dependiendo del lado alterno del ave del cual se haya extraido la pluma, la "haya" gira conforme a las manecillas del reloj y la "otoya" del lado contrario. La "haya" es la primera en ser tirada.

El arquero lleva un guante en la mano derecha, llamado "yugake". Hay diferentes estilos de "yugake", pero por norma general están hechos de piel de venado. Los practicantes pueden elegir entre un guante duro (con el pulgar endurecido) o un guante suave (sin zona de pulgar).

El "gi" o lo que comunmente se conoce como kimono de practica esta compuesto por una hakama y una prenda superior muy similar al "karate-gi" la cual la mayoría de las veces deja al descubierto el hombro del practicante al estar destapada. En el caso de las mujeres estas portan un protector de pecho para evitar accidentes o lesiones involuntarias debido al tensado del arco.





Los grados en Kyudo

Usando un sistema que es común en el budo moderno, la mayoría de las escuelas kyudo periódicamente sostienen examinaciones, que, de ser aprobadas, otorgan arquero un grado que puede ser un nivel "kyū" o un "dan". Sin embargo, las escuelas tradicionales suelen otorgar grados a estudiantes como reconocimiento tras adquirir estatus como instructor usando el antiguo sistema "menkyo" (licencia) de "Koryû budo"

Aunque los grados "kyū" y "dan" del kyudo son similares a aquellos de prácticas en budo, las cintas coloreadas u otro símbolo externo del nivel no son usados por los practicantes del kyūdō.

La practica

La práctica del kyudo es aparentemente sencilla. Los estudiantes pueden recibir instrucción en la forma básica, shichido (siete coordinaciones), en tan sólo 5-6 clases o durante un fin de semana intensivo. Tras el entrenamiento inicial, la práctica comienza tirando a un blanco de paja a sólo dos metros de distancia. Cuando se alcanza cierto grado de habilidad la práctica se amplía, incluyendo el tiro a 28 metros.

Al trabajar con la precisión de la forma, gradualmente se va desplegando un proceso natural a través del cual el practicante tiene la oportunidad de ver la mente con más claridad. El blanco se convierte en un espejo que refleja las cualidades del corazón y la mente en el momento de soltar la flecha. Esto distingue al kyudo de la arquería donde el objetivo es simplemente dar en el blanco.

Kyudo es “meditación de pie”, y como tal, es un auténtico arte contemplativo. Para practicar el kyudo de esta manera, se debe tener un buen maestro. El kyudo no se puede aprender de un libro. El entendimiento y la orientación de un maestro o profesor cualificado son inestimables conforme uno progresa por el camino del kyudo. Hombres y mujeres de todas las edades pueden practicar kyudo. La fuerza física no es un elemento importante. Los niños pueden empezar a la edad de ocho años.

El camino del kyudo es un camino de conocimiento personal y, en última instancia, de realización personal. Aunque puede ser largo, hay enormes recompensas a lo largo del camino. Todo empieza con el primer tiro.


La diana es el reflejo del alma (reflexiones)


“A través del kyudo uno puede aprender a vivir más allá de la esperanza y el miedo, puede aprender a ser”.

Chogyam Trungpa, maestro tibetano de meditación.


“No estamos puliendo el estilo o la técnica de uno, sino la mente. La dignidad del tiro es lo importante. En esto se diferencia el kyudo del enfoque habitual de la arquería. En kyudo no hay esperanza. La esperanza no es la cuestión. La cuestión es que, a través de la práctica prolongada y auténtica, aflora tu dignidad natural como ser humano. Esta dignidad natural ya está en ti, pero está cubierta por muchos obstáculos. Cuando éstos se quitan, tu dignidad natural puede verse brillar”.



Shibata Sensei.



Webs de interés:

EUROPEAN KYUDO FEDERATION (EKF):
http://www.brookes.ac.uk/schools/social/Kyudo/ekf.html

Webs de Kyudo:
http://www.kyudo.com/
http://www.kyudo.jp/

Procedimiento para la fabricación de flechas de bambú:
http://www.bambooarrow.com/arrow.html


Fundador de la Academia para el estudio de las Artes Marciales Kwoon Ryû.

1 comentario:

  1. En Cataluña el kyudo es un deporte federado.
    Para más información

    http://elclandelloboblanco.blogspot.com/2010/05/kyudo-uno-con-la-flecha.html

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