Lo cierto es que en muchas ocasiones uno tantea, hace una primera inmersión en un estilo o disciplina, como una forma de hacer ejercicio que después, con el tiempo, pueda o no convertirse en lo que muchos consideramos una forma de ver la vida.
Todos conocemos a un hermano, a una tía, a un primo o a una amiga que nos cuentan cosas como: << “Yo hice taekwondo cuando iba al colegio” >> o << “Probé una vez el kung fu pero no tenía tiempo y lo dejé” >> o puede que un día escucharais aquello de << “Es que yo no valgo para eso y tampoco tengo edad” >>.
El día a día nos exige tanto que no nos es fácil ser constantes y decididos, pero uno debe pararse por un momento y reflexionar, ¿qué es lo que queremos de la vida? Y sobretodo, ¿qué esperamos de nosotros mismos? ¿Es que nos conformamos?
Llegar al punto de creer en el arte marcial como un sistema de estudio, como una esencia profunda que dicta el sentido de tu honor, tu responsabilidad, y en definitiva tu yo más profundo, no es nada sencillo. Requiere tiempo, esfuerzo y sacrificios, los cuales uno en ocasiones de su vida no esta dispuesto a asumir, pero sin duda este duro trabajo tiene sus recompensas.
La elección de una primera arte marcial no es sencilla, hay muchos aspectos a tener en cuenta: ¿Qué me conviene más? ¿Estoy capacitado para esto o para aquello? ¿Qué trasfondo filosófico o espiritual liga más con mi forma de ver la vida? ¿Estoy preparado para dar el paso?
Como una primera referencia he realizado un pequeño esquema en el cual podemos ver los diferentes niveles de exigencia que cada arte marcial requiere, por supuesto, no están todas las que son y no son todas las que están, pero son las más o menos conocidas del mundo de las artes marciales y creo que nos pueden servir de base para poder orientarnos en un principio.
- Potencia Aeróbica: entendemos por potencia aeróbica la eficiencia con la que el cuerpo surte de oxígeno a sus sistemas. Su medida viene normalmente dada por el índice de eficiencia con la que los músculos en acción consumen oxígeno. Muchas artes marciales obligan a sus ejecutantes a sostener largos asaltos en los que realizan sin descansos una gran variedad de movimientos físicos.
- Potencia Anaeróbica: la potencia anaeróbica tiene que ver también con el esfuerzo que realiza una persona durante una actividad física. En este aspecto, es similar a la potencia aeróbica, si bien se diferencia de ella en que su índice de eficiencia se refiere a un trabajo o esfuerzo realizado sin oxigeno.
- Flexibilidad muscular: la flexibilidad muscular se refiere a la amplitud de movimiento (ADM) o rango de movimiento (ROM) asociada a una articulación. Es decir, la capacidad de un músculo de deformarse y mantenerse en esta posición.
- Fortaleza muscular: por fortaleza muscular se entiende la intensidad de fuerza que uno o varios músculos, un esfuerzo máximo, pueden ejercer contra una fuente externa de resistencia. Los músculos del cuerpo se contraen y de distienden para realizar movimientos esqueléticos.
- Potencia muscular: la potencia muscular es otro factor necesario para alcanzar en las artes marciales un rendimiento óptimo. Los movimientos musculares del cuerpo pueden tener lugar a diferentes ritmos. Un músculo cualquiera del organismo puede contraerse a un ritmo rápido o a uno muy lento. Consiste pues en el desarrollo por parte de un músculo (o conjunto de músculos) de una determinada fuerza en el menor tiempo posible.